Hace unos días llegó a nuestro conocimiento que en una persona se ha producido la coexistencia de dos virus a la vez, el de la gripe y el SARS-CoV-2, el cual lleva por nombre: la flurona.
Ya, pero explicame más…
Ok, les explicamos. Existen centenares de virus respiratorios que afectan a los humanos. De ellos, la mayoría producen síntomas muy parecidos como sinusitis, faringitis, laringitis, traqueitis, bronquitis, etc. Es decir, infecciones del tracto respiratorio que provocan inflamación.
Sabías qué… Hace unos años se hizo un estudio sobre virus que viven con nosotros y que se localizan en los pulmones y se encontraron hasta 19 tipos diferentes. Estos virus son los redondovirus (Sí, se llaman así por lo que imaginas) y no provocan enfermedad a no ser que nuestro sistema inmunitario se encuentre “abatido”.
Los virus, incluso son útiles para prevenir otras enfermedades como infecciones bacterianas, ya que las células a las que infectan no son nuestras sino de bacterias y así controlan la población de bacterias que podrían producirnos enfermedades.
Volviendo al tema principal.
Los virus de la gripe y los coronavirus no son lo mismo. Desde el inicio de la pandemia ha habido cierto recelo a la coexistencia entre la ola de gripe y la ola de coronavirus.
No es porque sean dos virus similares, que no lo son, sino porque ambos pueden producir saturación del sistema sanitario por separado, como ya han demostrado.
Los virus de la gripe pertenecen a la gran familia de los ortomixovirus. En esta familia tenemos a los influenzavirus A, B, C y D. De ellos, los A y B causan la epidemia estacional que nos visita año tras año.
Influenza A son los que causan pandemias mientras que los B tienen menos recorrido, los C crean enfermedades leves y no consideradas pandémicas y los D afectan esencialmente al ganado.
Los virus de la gripe contienen dos proteínas importantes en su membrana que los caracteriza. Se trata de la hemaglutinina(H), que sirve para infectar a las células uniéndose a un azúcar de la membrana -el ácido siálico- y la neuraminidasa (N), que utilizan los nuevos viriones para separarse del ácido siálico y poder infectar a una nueva célula. En humanos se han caracterizado 18 tipos de hemaglutinina y 11 tipos de neuraminidasa y su combinación determina el tipo de virus que nos afecta año tras año.
Los coronavirus utilizan otro mecanismo ya conocido. Su proteína Spike (S) se une a la proteína ACE2 del epitelio respiratorio (incluido el pulmonar) y así infectan las células del tracto respiratorio.
¿El riesgo?
El peligro de la coinfección con dos virus respiratorios agresivos como el SARS-CoV-2 y un virus de la gripe al unísono se encontraría en la respuesta a la infección, es decir, en los síntomas.
La gripe estacional produce muertes anuales por sí misma incluso en personas vacunadas, ya que sus sistemas inmunológicos no pueden contraer la infección.
Entonces.
Si ambos virus coinfectan a una persona inmunológicamente deprimida, su acción combinada generarían síntomas ya conocidos como la neumonía, la tormenta de citoquinas y el fallo multiorgánico que también se dan en los casos de gripe, virus respiratorio sincitial, neumococos y otros patógenos respiratorios por separado.
Además, fuera de esto que ya es de importancia, las demás elucubraciones sobre la recientemente bautizada enfermedad con tan poco agraciado nombre “La Flurona” no deben considerarse más que especulaciones carentes de una base científica sólida.
Pero, no por eso debemos dejar de prevenirnos frente a la gripe y a la infección por SARS-CoV-2 lo mejor sigue siendo reforzar al sistema inmunológico con la vacunación.