Es un virus respiratorio que causa infecciones tanto en los pulmones como en el resto del aparato respiratorio. Es tan común, que la mayoría de niños ya se han infectado cuando rondan los 2 años de edad. Los adultos también pueden infectarse.
En adultos, niños mayores y sanos, los síntomas del virus respiratorio sincicial (VRS) son leves y generalmente se parecen al resfriado común. Generalmente, solo necesitas medidas de cuidado personal para aliviar las molestias.
El VRS puede causar una infección grave en algunas personas, incluyendo a los bebés menores de 1 año, especialmente los prematuros, adultos mayores, gente con enfermedades cardíacas o pulmonares, o cualquiera con un sistema inmunitario débil.
Signos y síntomas
Aparecen entre cuatro y seis días después de la exposición al virus. En los adultos y niños mayores, el VRS generalmente causa signos y síntomas parecidos a los del resfriado. Estos síntomas pueden incluir: congestión nasal, tos seca, fiebre baja, dolor de garganta, estornudos y dolor de cabeza.
En casos graves puede extenderse al aparato respiratorio inferior, causando neumonía o bronquiolitis.
Sus signos y síntomas son: fiebre, tos intensa, sibilancia al respirar, un sonido agudo que, generalmente, se escucha al exhalar, respiración rápida o dificultad al respirar, color azulado de la piel a causa de falta de oxígeno.
Los lactantes se ven afectados con mayor gravedad por el VRS. Los signos y síntomas de una infección grave incluyen: respiración superficial, corta, y rápida, gran dificultad para respirar, tos, comer mal, letargo, e irritabilidad.
Entonces, ¿cuándo consultar al médico?
Busca atención médica inmediata si tu hijo o cualquiera que esté a riesgo de una infección grave con el VRS, tiene dificultad para respirar, fiebre alta, o la piel de color azulado, especialmente los labios o el área alrededor de las uñas.
Poner mucha atención en las personas con alto FACTOR DE RIESGO:
- Los bebés, especialmente los prematuros o los de 6 meses o menores.
- Los niños que tienen una enfermedad cardíaca de nacimiento (enfermedad cardíaca congénita) o enfermedad pulmonar crónica.
- Los niños o adultos con el sistema inmunitario debilitado a causa de enfermedades como el cáncer o por tratamientos como la quimioterapia.
- Los niños que tienen trastornos neuromusculares, como la distrofia muscular.
- Los adultos con enfermedades cardíacas o pulmonares.
- Los adultos mayores, en particular aquellos de 65 años y mayores.
Acércate a la urgencia de nuestras clínicas si presentas algunos de estos síntomas o si eres o tienes una persona en factor de riesgo.